
Estas zonas correspondían principalmente a espacios industriales abandonados (estación de contenedores del puerto y astilleros Euskalduna). que se han sustituido por nuevos edificios y espacios de uso del sector terciario y residencial como el Museo Guggenheim y sus alrededores, así como la contribución en la construcción del centro comercial Zubiarte, el hotel Sheraton, la Torre Iberdrola, las zonas de San Mamés, Bilbao la vieja, Miribilla...

Es evidente que gracias a estos proyectos se ha conseguido que mejore el aspecto de ciertas zonas de la ciudad en las que antes había zonas industriales abandonadas o en desuso. Este lavado de cara ha hecho que aumente increíblemente el turismo en la ciudad, así una nueva fuente de ingresos que además de amortizar las obras realizadas en el proyecto da un amplio margen de beneficio para las arcas de la ciudad.
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